La ciencia moderna redescubre poco a poco las propiedades terapéuticas asombrosas de los vegetales, y especialmente de aquellos que, a primera vista, parecen totalmente ordinarios. Es el caso de la calabaza, de sus semillas y del aceite que se extrae de ésta.
En Europa se fabrica este aceite, cuyo nombre botánico, Cucurbita pepo, incluye la familia de las calabazas y sus muy numerosas especies desde hace más de trescientos años. Éste, de color verde oscuro a rojo, se obtiene mediante el prensado de semillas de calabaza. No se utiliza jamás para la cocción, debido a que su gusto se vuelve amargo, pero sobre todo porque éste perdería lo esencial de sus grasas mono y poliinsaturadas, que son la causa de sus propiedades y beneficios terapéuticos.
El examen de los datos científicos permite identificar cinco propiedades importantes del aceite de calabaza.
La propiedad más estudiada del aceite de calabaza es incuestionablemente su actividad en la glándula prostática. Es probablemente el interés principal y la particularidad de este aceite vegetal. Éste puede mejorar el adenoma de próstata (hipertrofia benigna de próstata), la prostatitis (inflamación de la próstata), el cáncer de próstata y todos los trastornos asociados al mismo: disminución del flujo urinario, compresión vesical, falta de confort urinario, infecciones urinarias, inflamación, dolores durante la micción…
Esta propiedad puede explicarse tanto por su riqueza en fitoesteroles como en zinc (la misma próstata tiene un alto contenido de zinc). Una fórmula especialmente concebida para los trastornos de la próstata, ProstaNatural Formula, puede ir acompañada del aceite de semillas de calabaza.
En los hombres, el aceite de semilla de calabaza se utiliza para frenar la pérdida de pelo, y especialmente la alopecia androgénica que provoca despoblamientos más o menos importantes de la coronilla del cuero cabelludo. El consumo regular (1 gramo) por vía oral, así como la aplicación tópica dan muy buenos resultados en cuanto al crecimiento del pelo: se estima que estos efectos están asociados a su actividad hormonal.
El pelo no es el único beneficiario: la piel también se beneficia de las propiedades antioxidantes de los ácidos grasos contenidos en el aceite. Así pues, una aplicación local contribuye a reducir la inflamación de la piel y a favorecer el crecimiento de las células jóvenes. A estas propiedades cutáneas se añade un contenido muy interesante de vitamina E, muy conocida por sus beneficios antiarrugas, lo que explica por qué se le atribuye un efecto antiedad y antienvejecimiento.
El aceite de calabaza también está provisto de propiedades anticoagulantes, lo que le permite estimular la circulación en los miembros y disminuir los factores de riesgos asociados a la formación de coágulos.
La riqueza natural en fitoestrógenos del aceite de semillas de calabaza explica por qué ésta se aconseja a la mujer menopáusica. En concreto, ésta permite una disminución de los sofocos, de los dolores de cabeza, de los dolores articulares, de los calambres menstruales, cambios de humor, pero también un aumento importante del colesterol “bueno” HDL (del inglés high density lipoproteins – de las lipoproteínas de alta densidad).
El aceite de semillas de calabaza posee un nivel muy elevado de ácidos grasos poliinsaturados, cuyos beneficios para la salud están muy documentados. Así pues, los ácidos oleico y linoleico, que forman parte de éstos, ayudan a reducir la hipertensión, a equilibrar los niveles de colesterol, a corregir los trastornos asociados a la aterosclerosis, las enfermedades cardíacas diversas e incluso el ictus o accidente cerebrovascular (AVC).
El consumo de semillas de calabaza refuerza esta actividad beneficiosa debido a su contenido en magnesio, indispensable para la formación de ATP, a la síntesis del ADN (ácido desoxirribonucleico) y del ARN (ácido ribonucleico).
Sí, pero son mínimas:
No exceda la dosis diaria recomendada. Este producto es un suplemento nutricional y no debe usarse como sustituto de una dieta variada y equilibrada o de un estilo de vida saludable.
Conserve en un lugar fresco y seco, alejado de la luz solar directa, el calor y la humedad. Mantenga fuera del alcance de los niños.
Si está embarazada, amamantando o tiene alguna condición médica, consulte a su proveedor de atención médica antes de usar este producto.
Consulte a su proveedor de atención médica antes de usarlo, especialmente si está tomando algún medicamento u otros suplementos, ya que pueden ocurrir interacciones potenciales.