El azúcar refinado así como, en general, los alimentos que tienen un índice glucémico elevado son conocidos por favorecer el aumento de peso y por estar implicados en la epidemia de obesidad que golpea a las sociedades occidentales.
Pero, por otra parte, muchos estudios han demostrado que el aumento de la glucemia también debilita el sistema inmunitario. Por tanto, le recomendamos más que nunca reducir su consumo de alimentos con un índice glucémico elevado y, en general, dejar de tomar azúcar (1).
El café, tomado en pequeñas cantidades, es en general bueno para el sistema inmunitario y la salud del organismo: estimulante, cardioprotector, rico en antioxidantes (principalmente polifenoles) y también antiinflamatorio.
No obstante, un consumo excesivo, tiene el efecto contrario. Si se toma demasiado (2):
Por tanto,2 o 3 tazas de café al día (hasta 6 horas antes de acostarse) son buenas para la salud, pero no más si quiere mantener su sistema inmunitario.
La mayoría de los ácidos grasos saturados, en particular los que están presentes de forma masiva en los alimentos industriales procesados, restaurantes de comida rápida, bares de aperitivos, etc. tienen un efecto negativo en el sistema inmunitario y provocan un estado inflamatorio crónico (3-4).
Pero, al contrario, recordemos que los ácidos grasos mono y poliinsaturados, como los omega 3 y los omega 6, intervienen en las reacciones inflamatorias y por tanto participan en el sistema inmunitario.
En particular, son componentes esenciales de las membranas de las células: regulan la expresión de los receptores en su superficie y condicionan así el intercambio de nutrientes, de enzimas, de células implicadas en el proceso inflamatorio y de cicatrización. Por tanto, siga consumiendo lípidos, ¡pero no cualquier lípido!
Presencia masiva de metabolitos en sangre, debilitamiento del hígado, daño a la microbiota, daños causados a las células epiteliales, a los linfocitos T y a los neutrófilos, debilitamiento del sistema respiratorio, etc.: el alcohol es perjudicial en general para el sistema inmunitario.
Dicho esto, no es cuestión de demonizar las bebidas alcohólicas: un pequeño trago de vez en cuando no debería destruir brutalmente su sistema. También en este caso hay que elegir la medida: lo que debilita a su sistema inmunitario es el consumo de alcohol regular o puntual excesivo (5-6).
Por tanto, respete las recomendaciones sanitarias y no beba más de 5 vasos por semana y no más de 2 vasos en cada ocasión.
Los edulcorantes son aditivos alimentarios utilizados para dar un sabor azucarado a los productos de consumo. Si la ingesta excesiva de edulcorantes ya se ha relacionado, no solo con un aumento del riesgo de obesidad y de diabetes de tipo II, sino también con ciertos tipos de cáncer (de mama y próstata en particular), también parece ser que tienen un efecto negativo importante en el sistema inmunitario.
Aunque los mecanismos precisos por los que los edulcorantes suponen un peligro para la salud no se conocen bien todavía, los científicos presentan las hipótesis siguientes (7):
De nuevo, el consumo limitado y ocasional de edulcorantes no debería ser demasiado perjudicial, pero en general, procure limitar su consumo de azúcar y siga una alimentación equilibrada y sana para mantener su sistema inmunitario.
Sin duda usted ya sabe que el exceso de sal favorece las enfermedades cardiovasculares, la hipertensión arterial, la osteoporosis y los cálculos renales, pero unos estudios recientes demuestran también que debilita considerablemente nuestro sistema inmunitario (8).
No obstante, la buena noticia es que los efectos de la sal en el sistema inmunitario son transitorios: basta con reducir su consumo de sal para recuperar un sistema inmunitario saludable.
En resumen, para reforzar su sistema inmunitario, en primer lugar, hay que evitar tomar demasiadas grasas, demasiada sal, demasiado azúcar! Efectivamente, además de una actividad física regular, se trata ante todo de seguir una alimentación equilibrada, diversificada y a base de los alimentos más crudos que pueda encontrar.
En contraste con nuestra lista de alimentos que son malos para su inmunidad, descubra unos alimentos o plantas que tienen beneficios particularmente interesantes para la inmunidad.
Desde hace ya tiempo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reconoce los efectos beneficiosos para la salud de los alimentos ricos en fibra (como los cereales integrales), especialmente para la disminución de los niveles de colesterol y de glucosa en sangre.
Sin embargo, para obtener más datos sobre los mecanismos de acción de los polisacáridos no digeribles en el organismo, se ha puesto en marcha un amplio proyecto que reúne a 4 universidades europeas, 5 institutos de investigación y 8 empresas. Este último ha permitido descubrir que las fibras de los polisacáridos refuerzan el sistema inmunitario estimulando la microbiota intestinal (9).
Por tanto, se recomienda consumir no solo cereales integrales, sino también hongos como el reishi, rico en polisacáridos, para mantener sus defensas inmunitarias (presente, en combinación con otros hongos en la fórmula sinérgica Organic MycoComplex).
Mencionemos también las virtudes de la lactoferrina, uno de los componentes más potentes del calostro (la primera leche que da, por ejemplo, la vaca a su ternero).
La vaca crea calostro, y por tanto lactoferrina, para neutralizar los virus y las bacterias que atacan al recién nacido. La lactoferrina bovina purificada se ofrece en forma de cápsulas (cf. el complemento Lactoferrin).
Planta perenne de tallos erectos, la equinácea es una planta medicinal utilizada desde hace cientos de años por los nativos americanos. Unos estudios recientes han demostrado que su raíz tiene propiedades inmunomoduladoras, especialmente al activar diferentes células de la inmunidad (10). A menudo combinada con vitamina C y con zinc, nutrientes excelentes para la inmunidad (como en Immunity Booster).
Utilizado en la medicina tradicional china desde hace miles de años, el astrágalo es, por su parte, una pequeña planta perenne de la que se utiliza la raíz… También es rica en polisacáridos inmunoestimulantes, así como en zinc, en hierro, en flavonoides, en saponinas, etc. Esta abundancia de principios activos permite a los extractos de astrágalo contribuir a las defensas naturales del organismo contra los agentes exteriores.
Por último, muchas personas, especialmente personas que practican el culturismo, el crossfit y los deportistas en general, recurren a la glicina.
En efecto, este aminoácido contribuye a la síntesis del colágeno y a la formación de la hemoglobina, juega un papel de neurotransmisor en el sistema nervioso e interviene en la respuesta inmunitaria. La espirulina, el pavo y la harina de sésamo en particular son grandes fuentes de glicina (para aumentar su consumo, recurra a los complementos de glicina).
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