La cúrcuma (también se le denomina azafrán de la India) esconde más de una baza para la salud, pero una de las más indiscutibles es su riqueza en antioxidantes. Así pues, un estudio realizado en Estados Unidos en 2006 ha colocado al cúrcuma en la 5ª posición de los alimentos más ricos en antioxidantes entre un panel de más de 1.000 alimentos. Estos antioxidantes (flavonoides y polifenoles a la cabeza) tienen potentes efectos y combaten especialmente los radicales libres, responsables del envejecimiento celular.
Esta propiedad de la cúrcuma interesa desde hace varios años a la comunidad científica. Con razón. Es la curcumina, el polifenol estrella contenido en la cúrcuma, la que podría revelarse como un arma anticáncer formidable. Se han realizado muchos estudios y los resultados son impresionantes, especialmente los relativos a la prevención de algunos cánceres (páncreas, mama, colon próstata…). La única reserva, es que estos resultados han sido obtenidos en ratas. Las investigaciones en seres humanos no están todavía suficientemente avanzadas como para poder sacar conclusiones absolutas, pero las pistas son prometedoras y la cúrcuma podría ser un especia anticáncer de referencia.
Por otra parte, la cúrcuma se utiliza desde hace milenios en la medicina china y ayurvédica por sus virtudes sobre la dispepsia (trastornos digestivos). La eficacia de la cúrcuma para las “digestiones difíciles con hiperacidez y flatulencia” también está reconocida por la Organización mundial de la salud (OMS). Según un estudio, tomar 250 mg de cúrcuma 4 veces al día aliviaría los trastornos digestivos. La cúrcuma además está recomendada en caso de náuseas y vómitos, hinchazón, sensación de pesadez y pérdida de apetito.
De nuevo es la curcumina la que da a la cúrcuma potentes propiedades antiinflamatorias. Así, es la aliada de las articulaciones ya que previene y calma los dolores articulares y las rigideces. La cúrcuma es así una opción muy interesante en caso de artrosis, artritis o poliartritis reumatoide. Los atletas, que maltratan sus articulaciones, tienen además todo el interés en consumir cúrcuma, ya que un estudio chino ha mostrado una función positiva de la especia en el rendimiento.
Evidentemente, se puede simplemente consumir la especia tal cual se presenta en las recetas (indias especialmente, ya que el cúrcuma entra en la composición del curry) y añadirla periódicamente a los platos (salsas, platos braseados, escabeches o adobos…). Mejor compre los rizomas frescos (tiendas gourmet o asiáticas) o una pequeña cantidad de cúrcuma molido (para que éste mantenga todas sus cualidades) y consúmala con pimienta y un poco de aceite para mejorar su biodisponibilidad, actuando la piperina de la pimienta en sinergia con la curcumina. También puede encontrar la cúrcuma en forma de jugo. Si a usted no le gusta el gusto de la cúrcuma (hay que tomar entre 2 y 3 gr al día para beneficiarse de sus efectos para la salud) los complementos alimenticios propuestos en fitoterapia son una opción que no hay que descuidar.
Consulta también nuestro artículo sobre los beneficios de la cúrcuma.
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