Eliminar las toxinas acumuladas en el organismo, recuperar la fuerza y la energía, deshacerse de algunos kilos superfluos, dormir mejor y recuperarse mejor… estos son algunos de los beneficios aportados por la desintoxicación. ¿En qué principio se basa? En volver a dar al organismo plenos poderes y ayudarle a eliminar las sustancias tóxicas que se infiltran inexorablemente en los órganos, el sistema linfático, el tubo digestivo, etc. Esto es debido a que las toxinas transportadas por la alimentación, el modo de vida o el medio ambiente ejercen una acción perniciosa reconocida sobre la salud y el bienestar. Además, una cura de desintoxicación permite ralentizar el envejecimiento de las células al luchar contra los radicales libres.
La alimentación es una parte esencial de la salud. Muy bien. Pero con todo lo sana y equilibrada que sea, no puede desempeñar todas las funciones, ni luchar contra las toxinas del entorno. ¿Entonces qué hacer? Más vale contar con complementos alimenticios desintoxicantes específicos, como los que se presentan aquí. ¿Cuáles son sus ventajas? Unos nutrientes rigurosamente seleccionados por sus altos valores cualitativos, composiciones formuladas para obtener la mejor sinergia de las sustancias activas, acciones específicas (por ejemplo, toxicidad del alcohol) o más globales que se adaptan a las necesidades de cada persona.
Es el destino de todos los éxitos: al cabo de algún tiempo, el concepto popular de la “desintoxicación” es denigrado periódicamente en ciertos ámbitos científicos. Si es cierto que el concepto puede haberse convertido en instrumento de marketing (curas monodietas y “juicing” –hacer zumos- por ejemplo), no deja de ser menos cierto que la desintoxicación es una tarea celular reconocida como vital para el organismo. Al igual que los demás sistemas de defensa del cuerpo humano , ésta puede ser optimizada. Una gran variedad de micronutrientes y de macronutrientes son necesarios para asegurar la transformación y la eliminación de las toxinas de origen exógeno y endógeno.
Las proteínas, los fitonutrientes, los antioxidantes (carotenos, licopeno, luteína, tocoferol, polifenoles, cúrcuma...) y los minerales (selenio, cobre, zinc, manganeso) son indispensables para las dos fases de la desintoxicación claramente identificadas. Es fácil comprender que una carencia de estos elementos esenciales pueda frenar el proceso sensiblemente. Ahora bien, estas elecciones nutricionales deben ir acompañadas de una estrategia de evitación de alimentos que puedan contener toxinas. Por ejemplo se piensa en productos que contienen residuos petroquímicos provenientes de ciertas prácticas agrícolas o hidrocarburos aromáticos policíclicos provenientes de las carnes asadas.
Utilizamos cookies para mejorar su experiencia en nuestro sitio web. Si continúa navegando, consideramos que usted acepta su uso y está de acuerdo con nuestra política de privacidad He comprendidox
×
×
×
La lista de productos deseados le permite seleccionar los artículos que le interesan a fin de poder añadirlos fácilmente a su cesta durante su próxima visita. Debe estar identificado(a) para utilizar este servicio.