¿Por qué tomar suplementos de minerales?
Los modelos alimentarios actuales no permiten siempre satisfacer las necesidades nutricionales de cada uno, especialmente las . Al disminuir con la edad la biodisponibilidad de los minerales, el fenómeno no se arregla con el envejecimiento: las recomendaciones se hacen a veces complejas y deben ser personalizadas. Por ejemplo, numerosos estudios han mostrado que las aportaciones de magnesio, zinc, selenio y cromo en las personas mayores eran inferiores a las aportaciones nutricionales aconsejadas, al contrario de las aportaciones en hierro, generalmente adecuadas (las recomendaciones sobre las aportaciones de hierro son menores en las mujeres mayores de 50 años debido a que la menstruación cesa tras la menopausia).
Esta disminución de las aportaciones es inquietante en la medida en que estos minerales desempeñan una función en todas las actividades vitales del organismo, y especialmente el mantenimiento de un buen sistema inmunitario. Felizmente, el recurso a una alimentación más adaptada puede acompañarse a veces de suplementos de sales minerales, habiéndose mostrado repetidamente el interés de éstas para prevenir y combatir diversas infecciones e inflamaciones. Por otra parte, un mantenimiento a valores óptimos de los diferentes minerales sería capital para el funcionamiento del cerebro y la prevención de las enfermedades asociadas a éstos, como las enfermedades de Parkinson y de Alzheimer.