¿Por qué hacer una dieta cetogénica, o dieta keto?

Una dieta que está muy a la moda

Aparecida en los años 20, la dieta cetogénica, o keto, era principalmente conocida por su efecto beneficioso en las epilepsias severas. Los tratamientos eficaces contra la enfermedad dejaron a un lado esta dieta en los años 70. Recientemente ha vuelto a tener una presencia destacada debido a uno de sus efectos, muy especiales...

Dieta cetogénica: ¿qué finalidad tiene?

Si la dieta keto es tan conocida, es porque permite una pérdida de peso masiva y relativamente rápida. Esta dieta consiste en modular los aportes de grasas, de azúcares y de proteínas. Concretamente: se comen muchas grasas (75 %), algunas proteínas (20 %) y muy pocos hidratos de carbono (5 %). El cuerpo debe por tanto encontrar una alternativa a los hidratos de carbono, la fuente de energía que éste utiliza habitualmente.

La dieta keto y sus aportes hacen disminuir el nivel de hormona pancréatica y aumentar el nivel de glucagón hasta hacerle alcanzar un estado de cetosis. El hígado produce entonces cuerpos cetónicos, que serán utilizados como fuente privilegiada de energía por el organismo (1). De paso, la dieta va a disminuir las existencias de azúcar (en el hígado) y de las grasas (en las células adiposas). Esto es lo que ocasiona la pérdida de peso.

Los numerosos beneficios de la dieta cetogénica en el organismo

La pérdida de peso y la liquidación de las existencias de azúcar y de grasa tienen efectos beneficiosos en el metabolismo. Reducción de la hipercolesterolemia, de la tensión arterial, etc. Todos los indicadores cardiovasculares experimentan una evolución favorable gracias a la dieta cetogénica (2). Desde el punto de vista de la diabetes, también se observa una diminución de la resistencia a la hormona pancréatica (3). Unos estudios incluso han mostrado que la dieta cetogénica ha logrado que pacientes diabéticos dejen su tratamiento con medicamentos (4).

Para algunos científicos, el régimen keto es también prometedor en el caso de ciertos cánceres (5), reduciendo el tamaño de los tumores y limitando la formación de vasos sanguíneos. Los resultados son también esperanzadores en el caso de las enfermedades neurodegenerativas (enfermedades de Alzheimer y de Parkinson) (6).

¿A quién va dirigida la dieta cetogénica?

¿Desea usted perder peso de manera significativa? Una dieta keto podrá, en efecto, ayudarle a recuperar unos indicadores cardiovasculares sanos . Ésta dieta también se recomienda a menudo para los deportistas , que pueden valerse de ésta para aumentar su rendimiento .

Es importante observar que la dieta cetogénica requiere un cambio duradero en los hábitos alimentarios. En efecto, éste no es un régimen pasajero: hay que mantenerlo en el tiempo para que sus avances persistan.

No obstante, atención si usted desea hacer una dieta keto, pueden manifestarse efectos secundarios molestos durante las primeras semanas: mal aliento, dolores de cabeza, náuseas… Además, esta dieta es bastante estricta y por tanto no es necesariamente fácil seguirla a largo plazo. Una cena en un restaurante o en casa de amigos, por ejemplo, puede hacerse rápidamente difícil de llevar. Por tanto, hay que estar muy informado(a) y dispuesto(a) a lanzarse a hacerla.

La dieta keto: ¿cómo aplicarla en la vida diaria?

Las reglas de la dieta keto son claras: se trata de consumir muchas grasas y muy pocos azúcares. ¿Más específicamente?

Aquí están los alimentos a los que debe dar preferencia:

• la carne;
• los pescados grasos (salmón, atún, sardinas…);
• los huevos;
• los productos lácteos (con toda su grasa);
• los aceites vegetales;
• los aguacates;
• los frutos secos y las semillas;
• las verduras no azucaradas, como las verduras verdes.

Y los alimentos que debe evitar:

• todos los alimentos ricos en azúcares añadidos (galletas, gaseosas, pasteles, productos procesados…);
• la fruta y los zumos de fruta;
• la miel, la mermelada;
• las legumbres (lentejas, judías blancas y pintas, habas, garbanzos…) ;
• los cereales y sus derivados: pasta, arroz, quinoa, maíz, pan, etc.;
• las hortalizas de raíz (zanahorias, chirivías, nabo, patatas…);
• el alcohol;
• los productos bajos en azúcar y ricos en edulcorantes…

Al cabo de un tiempo, es más fácil orientarse en el laberinto cetogénico. Pero al principio, asegúrese de leer detenidamente las etiquetas de lo que compre, e intente escoger los alimentos más bajos en hidratos de carbono.

Antes de hacer esta dieta alimenticia, conviene que consulte a un médico nutricionista o a un dietista, que podrá orientarle y aconsejarle. Algunos complementos alimenticios, como MCT OIL Pure C8 (un aceite MCT (del inglés Medium chain triglycerides – de triglicéridos de cadena media) a base de coco, altamente concentrado en ácido caprílico), le ayudará asimismo a seguir su dieta cetogénica y a aumentar sus efectos.

Aunque pueda parecer desequilibrada, la dieta cetogénica ha demostrado su eficacia en materia de pérdida de peso. Asimismo, es especialmente prometedora en el control de algunas enfermedades crónicas. Ventajas no desdeñables, que pueden animarle a dar el paso... ¡si usted tiene ganas y si se siente capaz!