¿Por qué algunas personas envejecen mejor que otras (y cómo ser una de ellas)?

¿Por qué algunas personas "envejecen bien" y otras no?

El innegable papel de la genética en la salud y la longevidad

Varios factores influyen en el modo de envejecer.

En primer lugar, la composición genética determina diversas características, como la salud celular, la resistencia de los órganos, el desarrollo de ciertas enfermedades, etc. (1).

En este caso, son los genes heredados de sus antepasados los que actúan, y no hay mucho que pueda hacer al respecto.

La importancia crucial del estilo de vida

El segundo factor que influye en el envejecimiento, y sobre el que usted tiene cierto control, es su estilo de vida (2).

En particular, la alimentación, la actividad física, el sueño y el estado de ánimo (sobre todo la forma de afrontar el estrés) tienen un impacto innegable en el envejecimiento celular y en el desarrollo o no de determinados trastornos (3).

Por supuesto, también están el acceso a la atención sanitaria, el nivel de contaminación que nos rodea, la forma en que nos exponemos a los rayos UV, etc.

Los distintos trastornos que pueden aparecer con la edad

En conjunto, los siguientes factores explican por qué algunas personas parecen más jóvenes durante más tiempo, mientras que otras sufren más rápidamente diversos problemas a medida que envejecen:

• mayor fatiga al hacer esfuerzos, pérdida de fuerza;
• arrugas muy marcadas, manchas marrones en la piel;
• dolores articulares (artrosis, artritis, reumatismo, etc.);
• deterioro cognitivo (pérdida de memoria, dificultad de concentración, etc.);
• problemas cardiovasculares (hipertensión, riesgo de infarto, infarto de miocardio, etc.);
• trastornos metabólicos (diabetes, hiper- o hipotiroidismo, hipercolesterolemia, etc.);
• tránsito intestinal lento;
• enfermedades crónicas e inflamatorias, etc.

Las claves de un envejecimiento sano y armonioso

Una alimentación sana

Como ya mencionamos, la alimentación es uno de los pilares de la buena salud a cualquier edad (4).

A grandes rasgos, es esencial seguir una dieta rica en frutas y verduras, que son fuentes de fibra alimentaria y antioxidantes.

Las proteínas, ya sean vegetales o animales, ayudan a mantener la masa muscular.

Por último, conviene evitar las grasas saturadas en favor de las "grasas buenas".

Y, por supuesto, una buena hidratación también es vital para el buen funcionamiento de todos los órganos del cuerpo.

La importancia de la actividad física para el cuerpo y el cerebro

Mantener un nivel suficiente de actividad física es esencial a cualquier edad.

El ejercicio suave (caminar, nadar, yoga, etc.) ayuda a mantener una buena movilidad mientras preserva el capital muscular (5).

El ejercicio regular también es bueno para el cerebro, ya que ayuda a estimular la función cognitiva (6).

Dormir mejor, la verdadera clave de la longevidad

Se sabe que conciliar y mantener un sueño equilibrado contribuye a la reparación celular y protege el cerebro contra el envejecimiento prematuro (7).

De hecho, durante el sueño, el organismo activa procesos esenciales como la regeneración de los tejidos corporales y la eliminación de las toxinas acumuladas en el cerebro.

Cuidado con el estrés, que nos hace envejecer más rápido

Durante el estrés, el cuerpo segrega una hormona llamada cortisol.

En niveles normales, ayuda a controlar el estrés, pero cuando está presente en exceso y de forma crónica, el cortisol tiene efectos negativos sobre el envejecimiento.

No sólo acelera el envejecimiento de la piel y la pérdida de masa muscular, sino que también favorece el desarrollo de patologías crónicas como las enfermedades neurodegenerativas y los trastornos metabólicos (8).

Por eso es importante encontrar soluciones para reducir el estrés a diario: meditación, yoga, jardinería, pasar tiempo con los seres queridos, pasear por el bosque, etc.

Sustancias que ayudan a envejecer con buena salud

Acción antiedad específica sobre las células

El NAD+ y la reparación celular

En nuestro organismo, la nicotinamida adenina dinucleótido (NAD+) es una coenzima que desempeña un papel clave en la producción de energía y la reparación celular.

Por lo tanto, tiene sentido apoyar su síntesis natural, por ejemplo suministrando al organismo su precursor más directo, el mononucleótido de nicotinamida (presente en el suplemento Nicotinamide Mononucleotide o en dosis más elevadas en MNM Max) (9).

Eliminar las células senescentes

A medida que envejecemos, las células que ya no son funcionales que, no obstante, sobreviven, pueden tender a interferir en el funcionamiento de las células sanas.

Las investigaciones sugieren que ciertos compuestos, entre ellos un polifenol llamado fisetina, tienen la capacidad de destruir estas células senescentes (ver suplemento Fisetin) (10).

Espermidina y regeneración celular

Otra molécula, la espermidina, una poliamina presente de forma natural en el organismo, desempeña un papel esencial en la autofagia, un mecanismo natural de reciclaje y regeneración celular (11).

Dado que su producción fisiológica disminuye con la edad, puede ser interesante tomarla por vía oral (con el complemento Spermidine).

Fórmulas sinérgicas para la longevidad celular

Para una acción más completa, algunos complementos alimenticios combinan estas tres sustancias para aprovechar sus efectos sinérgicos (como Liposomal Anti-Ageing Formula, la única fórmula liposomal del mundo que combina NMN, espermidina y fisetina).

Grasas buenas para el corazón y el cerebro

Los omega-3 EPA y DHA son "grasas buenas" que contribuyen al funcionamiento normal del corazón, a una tensión arterial normal y a unos niveles normales de triglicéridos.

El DHA, por su parte, ayuda a mantener el funcionamiento normal del cerebro y la visión.

Por tanto, ambos son micronutrientes esenciales para mantener la salud circulatoria y cerebral a lo largo del tiempo.

El EPA y el DHA se encuentran en ciertos pescados grasos (salmón, sardinas, caballa, arenque, etc.) y en mayor cantidad en los complementos alimenticios de omega-3 (como Super Omega 3, famoso por su estabilidad y pureza) (12).

Mantener la salud ósea con la edad

Aportada por el sol, la trucha o el hígado de ternera, la vitamina D3 es esencial para la absorción del calcio por el organismo y, por lo tanto, para la salud de los huesos.

En particular, la combinación de calcio y vitamina D contribuye a reducir la pérdida ósea en las mujeres posmenopáusicas.

La vitamina K, presente en las verduras de hoja verde, el perejil y el natto, ayuda a mantener los huesos en condiciones normales.

Lo ideal es optar por la única forma de vitamina K capaz de aumentar hasta 8 veces los niveles sanguíneos: la menaquinona-7.

Por ello, es especialmente interesante combinar vitamina D3 y menaquinona-7 para favorecer la resistencia ósea (es lo que le ofrece el dúo sinérgico Vitamina K2 MK7 + D3) (13).

Otras fórmulas a base de plantas también pueden complementar la acción de estas vitaminas sobre el tejido óseo (como Bone Health, que contiene Osteosine™, una mezcla exclusiva de extractos de plantas estudiada sobre la resistencia a las fracturas).

Colágeno para nutrir las articulaciones

El colágeno de tipo 2 es un componente importante del cartílago (14).

Con el tiempo, este cartílago tiende a desgastarse y puede provocar problemas articulares, reduciendo a su vez la movilidad y, por lo tanto, la comodidad de vida de las personas mayores.

Por ello, muchas personas aprecian la suplementación con colágeno de tipo 2 (véase el complemento UC II® o la fórmula más completa Arthro Fast Relief, que combina colágeno de tipo 2 con extracto de jengibre fermentado, astaxantina, MSM, etc.).

Preservar las funciones cognitivas amenazadas por el envejecimiento

Razones del deterioro cognitivo con la edad

Es un hecho bien conocido que el envejecimiento pone a prueba las funciones cognitivas, como el tiempo de reacción y la memoria.

Este fenómeno se debe a la disminución progresiva de la neuroplasticidad, a la reducción del flujo sanguíneo cerebral, a la acumulación de estrés oxidativo y de inflamación neuronal, así como a la disminución de los neurotransmisores esenciales implicados en la memoria y en la velocidad de procesamiento de la información.

Ginkgo biloba y memoria

Afortunadamente, algunas plantas son reconocidas por sus efectos sobre el rendimiento cognitivo.

El Ginkgo biloba, en particular, ayuda a mantener una buena memoria favoreciendo la circulación sanguínea cerebral, protegiendo las células nerviosas contra el estrés oxidativo y mejorando la transmisión de las señales neuronales (encuentre un extracto de esta planta con Ginkgo Biloba) (15).

¿Cómo estimula la cognición la Bacopa monnieri?

Otra planta, la Bacopa monnieri, se utiliza desde hace miles de años en la medicina ayurvédica.

Según estudios actuales (16), la bacopa ayuda a mantener una buena función cognitiva favoreciendo la neurogénesis, aumentando la plasticidad sináptica y regulando los niveles de neurotransmisores como la acetilcolina y la serotonina (véase el producto Bacopa Monnieri).

Una forma de carnitina excelente para el cerebro

Además de las plantas, existe la acetil-L-carnitina (ALC), una forma acetilada de la L-carnitina, un compuesto producido naturalmente por el organismo a partir de los aminoácidos lisina y metionina.

La ALC interviene en la producción de energía celular facilitando el transporte de ácidos grasos a la mitocondria.

También protege el cerebro contra el estrés oxidativo y el envejecimiento reduciendo los radicales libres, favoreciendo la neurotransmisión y promoviendo la plasticidad neuronal (17).

La ALC puede tomarse por vía oral (vea el suplemento Acetyl L Carnitine Arginate o la más completa y sinérgica Neuro-Nutrition Formula).

Fosfatidilserina: velocidad cognitiva y neuroprotección

La fosfatidilserina es una molécula presente de forma natural en las membranas celulares del cerebro, donde desempeña un papel esencial en la fluidez de las membranas, la señalización neuronal y la comunicación celular.

La presencia de fosfatidilserina en el tejido cerebral contribuye a mantener la memoria, la concentración y la velocidad cognitiva, mientras ofrece una forma de neuroprotección (18) (encuéntrela con PS 100).

Combatir la glicación, que acelera el deterioro de los tejidos

La glicación es una reacción química natural en la que los azúcares se unen espontáneamente a las proteínas, los lípidos o los ácidos nucleicos dentro del organismo o cuando se cocinan los alimentos.

En el organismo, esta reacción puede dar lugar a la creación de productos finales de glicación avanzada (AGE) que aceleran la rigidez de los tejidos, el envejecimiento celular y la aparición de diversos trastornos degenerativos (19).

La carnosina, un dipéptido presente de forma natural en los músculos, el cerebro y otros tejidos, ayuda a prevenir la formación de AGE (20).

Puede complementarse con Carnosine).

Algunas fórmulas sinérgicas también están especialmente diseñadas para combatir el proceso de glicación (como Anti-Glycation Formula, que combina carnosina, aminoguanidina y extracto de hoja de guayaba).

Plantas relajantes para reducir el estrés y dormir mejor

Por último, algunas plantas favorecen la relajación y el sueño reparador, ralentizando el proceso de envejecimiento al ayudar al organismo a regenerarse en lugar de deteriorarse.

Entre ellas se encuentran las plantas adaptógenas (tulsi, eleuterococo, rhodiola, etc.), presentes en los complementos antiestrés (como Adrenal Support) (21).

Por último, la valeriana, la pasiflora, etc., que se encuentran en complementos para dormir mejor (como las gominolas sin azúcar Sleep Gummies, en las que estas plantas se combinan con la melatonina, la hormona del sueño) (22).